El sentido (poco) común de las clases medias argentinas esta repleto de reflexiones del estilo, "roba pero hace" o "el que mata tiene que morir", estas despreciables frases hechas son la punta del iceberg que da cuenta del grado de resignación y consrevadurismo con que la mayor parte de este estrato social se acerca la política.
Hoy quiero detenerme en otra de esas falacias que de tan repetidas se vuelven verdades en cualquier oficina o mesa de café. Se trata de la siguiente linea de pensamiento: "voy a votar por el político x que ya tiene mucho dinero y no necesita robar".
Esta x se ha aplicado en la historia reciente, al actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos, Mauricio Macri y en la actualidad al candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires Fransico De Narvaes.
Siguiendo esta reflexión podríamos pensar si algún director ejecutivo de la empresa petrolera anglo holandesa Shell, se postulara para el parlamento ingles, los votantes deberían estar tranquilos ya que su posición económica lo eximiría de manejos espurios. Sin embargo esta empresa ha pagado una indemnización de mas de quince millones de dolares por el asesinato de nueve activistas nigerianos que denunciaron el daño ecológico que las perforaciones de la petrolera causaban en el rio Niger.
Nadie dudaría de la posición económica de algún alto funcionario de la petrolera francesa ELF, si quisiera presentarse para algún cargo público en Francia, pero que pensarían los franceses al enterarse del pago de coimas y financiamiento espurio que esta empresa ha dado al recientemente fallecido dictador Kongo, del país centro africano de Garbón, donde la petrolera tiene su principal pozo de abastecimiento.
Estos dos casos revelan la intima conexión entre la creación de grandes fortunas y el perjuicio para estados y poblaciones. En la argentina esta lleno de casos donde el poder económico se beneficio con el poder político y la vinculación entre estos en perjuicio del pueblo es la regla, mucho mas que la excepción.
Antonio Gramsci sostenía que el sentido común es difuso y contradictorio pero esta extendido y arraigado en la población, deshacer esa maraña es la tarea de los que no nos resignamos, he aqui un pequeño aporte.
Hoy quiero detenerme en otra de esas falacias que de tan repetidas se vuelven verdades en cualquier oficina o mesa de café. Se trata de la siguiente linea de pensamiento: "voy a votar por el político x que ya tiene mucho dinero y no necesita robar".
Esta x se ha aplicado en la historia reciente, al actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos, Mauricio Macri y en la actualidad al candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires Fransico De Narvaes.
Siguiendo esta reflexión podríamos pensar si algún director ejecutivo de la empresa petrolera anglo holandesa Shell, se postulara para el parlamento ingles, los votantes deberían estar tranquilos ya que su posición económica lo eximiría de manejos espurios. Sin embargo esta empresa ha pagado una indemnización de mas de quince millones de dolares por el asesinato de nueve activistas nigerianos que denunciaron el daño ecológico que las perforaciones de la petrolera causaban en el rio Niger.
Nadie dudaría de la posición económica de algún alto funcionario de la petrolera francesa ELF, si quisiera presentarse para algún cargo público en Francia, pero que pensarían los franceses al enterarse del pago de coimas y financiamiento espurio que esta empresa ha dado al recientemente fallecido dictador Kongo, del país centro africano de Garbón, donde la petrolera tiene su principal pozo de abastecimiento.
Estos dos casos revelan la intima conexión entre la creación de grandes fortunas y el perjuicio para estados y poblaciones. En la argentina esta lleno de casos donde el poder económico se beneficio con el poder político y la vinculación entre estos en perjuicio del pueblo es la regla, mucho mas que la excepción.
Antonio Gramsci sostenía que el sentido común es difuso y contradictorio pero esta extendido y arraigado en la población, deshacer esa maraña es la tarea de los que no nos resignamos, he aqui un pequeño aporte.
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